miércoles, 30 de marzo de 2011

AGUILA O PATO..?

Nadie puede hacer que usted preste un buen servicio a sus clientes… esto porque un buen servicio es una alternativa. Harvey Mackay, nos cuenta una maravillosa historia acerca de un taxista que prueba este punto.

El estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se acerco, lo primero que Harvey noto fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer muy bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salio del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi a Harvey.

Le alcanzo un cartón plastificado y le dijo: yo soy Wally, su chofer, mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.

Después de sentarse, Harvey leyó la tarjeta: Misión de Wally: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable…

Mi amigo Harvey quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, limpio sin una mancha.

Mientras se acomodaba detrás del volante, Wally le dijo, “Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado. Mi amigo bromeando le dijo: “No, preferiría una soda’ Wally sonrío y dijo: “No hay problema tengo un conservador con Coca Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja. Casi tartamudeando, Harvey le dijo: “Tomare la Coca Cola dietética”

Pasándole su bebida, Wally le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el Wall Street Journal, Time, Sport Illustrated y USA Today…”

Al comenzar el viaje, Wally le paso a mi amigo otro cartón plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio”.

Y como si esto no fuera demasiado, Wally le dijo a Harvey que tenia el aire acondicionado prendido y si la temperatura estaba bien para el. Luego le aviso cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con el o, si Harvey prefería lo dejaría solo en sus meditaciones.

Wally, le pregunto mi asombrado amigo: ¿siempre has atendido a tus clientes así?”

Wally sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primero cinco años manejando los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas.

Un día escuche en la radio acerca de Wayne Dyer un “Guru” del desarrollo personal. El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás muy rara vez te frustraras. El decía, “Para de quejarte” Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los patos hacen bulla y se quejan, las águilas se elevan encima del grupo,para alcanzar la cima.
Esto me llego aquí, en medio de los ojos, dijo Wally. Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo bulla y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios.

Se nota, que los cambios se han pagado, le dijo Harvey.

Sí, seguro que sí, le dijo Wally. Mi primer año de águila duplique mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reserva a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista confiable para que haga el servicio.

Wally era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.

Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería.

Wally el taxista tomo una diferente alternativa. El decidió dejar de hacer bulla como los patos y volar por encima del grupo como las águilas. Los Patos hacen bulla, Las águilas vuelan.

El Sapito Sordo

Era una vez una carrera....de sapos.

El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre.

Había en el lugar una gran multitud. Mucha gente para vibrar y gritar por ellos. Comenzò la competencia. Pero como la multitud no creìa que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era: ¡¡Qué pena!!

Esos sapos no lo van a conseguir...Los sapos comenzaron a desistir.Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima. La multitud continuaba gritando:¡¡Que pena!! ¡¡No lo va a conseguir...!! Y los sapitos estaban dándose por vencidos, salvo por aquel sapito que seguía y seguía tranquilo, ahora cada vez con más fuerza.

Ya llegando al final de la conpetencia, todos desistieron, menos aquel sapito que curiosamente, en contra de todos, seguía. Pudo llegar a la cima con todo su esfuerzo. Los otros querían saber qué le habia pasado.

Un sapito le fue a preguntar cómo él habìa conseguido concluir la prueba. Y descubrieron que... ¡era sordo!

No permitas que personas con pésimos habitos de ser negativos, derrumben las mejores y las más sabias esperanzas de tu corazón.

Recuerda siempre el poder que tienen las palabras que escuchas o lo que veas. Por lo tanto,¡ preocúpate siempre por ser POSITIVO!

MORALEJA: sè siempre “sordo” cuando alguien te dice que no puedes realizar tus sueños.

Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca. Salmo 38:13.

No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios. Yo El Señor.


martes, 18 de mayo de 2010

Palabras que hieren

Palabras que hieren
«Padre, perdónalos».
Lucas 23:34
El diálogo en la mañana de ese viernes era amargo.
De los espectadores: —¡Si eres el hijo de Dios bájate de la cruz!
De los líderes religiosos: —A otros salvó, pero a sí mismo no se puede salvar. De los soldados: —Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
Palabras amargas. Ácido con sarcasmo. Odio. Irreverencia. ¿No era suficiente que Él estaba siendo crucificado? ¿No era suficiente que estaba siendo avergonzado como un criminal? ¿No eran suficientes los clavos? ¿Fue la corona de espinas demasiado suave? ¿Habían sido muy pocos los azotes?
Para algunos, aparentemente, sí.
Pedro, un escritor no dado normalmente a usar muchos verbos descriptivos, dice que quienes pasaban cerca «le lanzaban» insultos al Cristo crucificado.'
Ellos no sólo insultaban, hablaban o blasfemaban. «Le lanzaban» piedras verbales. Tenían toda la intención de herir y lastimar.
«¡Hemos quebrantado el cuerpo, ahora rompamos el espíritu!» De esa manera «templaban sus arcos con las flechas de su autojusticia y lanzaban torturantes dardos de puro veneno.
De todas las escenas alrededor de la cruz, ésta es la que más me enoja. ¿Qué clase de personas —me pregunto— se burlará de un hombre agonizante? ¿Quién será tan indolente como para poner sal en las heridas abiertas? ¿Cuan bajo y pervertido es hablar con desprecio a uno que está atado con dolor? ¿Quién se burlaría de una persona que está sentada en la silla eléctrica? ¿O quién señalaría con el dedo y se reiría de un criminal que tiene la cuerda de la horca alrededor de su cuello?
Puede estar seguro de que Satanás y sus demonios fueron la causa de tal inmundicia. Y luego el criminal en la cruz número dos lanza su golpe.
—¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a tí mismo y a nosotros!
Las palabras lanzadas ese día tenían el propósito de herir. Y no hay nada más doloroso que las palabras que tienen el propósito de herir. Esa es la razón por la que Santiago llama a la lengua un fuego.
Sus llamas son tan malignas y destructoras que destrozan como las de una gran antorcha.
Pero no le estoy diciendo nada nuevo. Sin lugar a dudas usted ha tenido que soportar palabras que hieren. Usted ha sentido la tortura de un escarnecimiento bien apuntado. Tal vez usted está sintiéndolo. Alguien que usted ama o respeta lo azota en el piso con un látigo o con el fuego de la lengua. Y allí yace usted; herido y sangrando. Tal vez las palabras fueron dirigidas para herirlo, tal vez no; pero eso no importa. La herida es profunda. Los daños son internos. Corazón quebrantado, orgullo herido, sentimientos lastimados.
O tal vez su herida es vieja. Aunque la flecha fuera extraída hace mucho tiempo, la punta aún permanece... escondida debajo de su piel. El viejo dolor aflora impredecible y decisivamente recordándole las lacerantes palabras aún no perdonadas.
Si usted ha sufrido —o está sufriendo— debido a las palabras de alguien, estará contento de saber que hay un bálsamo para esta laceración. Medite en las palabras de 1 Pedro 2:23:
«Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.
¿Ve usted qué no hizo Jesús? Él no se desquitó. Él no devolvió la ofensa. Él no dijo: «¡Ya verás!» «¡Ven acá y di eso mismo en mi cara!», «¡Sólo espérate hasta después de la resurrección, bobo! No, estas declaraciones no se encontraron en los labios de Cristo.
¿Vio lo que Jesús sí hizo? Él «encomendó su causa al que juzga justamente. O dicho más simplemente, dejó el juicio a Dios. Él no se hizo cargo de la tarea de buscar revancha. Él no demandó explicaciones. Él no pagó a ningún emisario ni envió a nadie con ninguna propuesta. Él, al contrario de la reacción normal, asombrosamente, habló en defensa de ellos:
«Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».
Sí, el diálogo en esa mañana del viernes fue amargo. Las piedras verbales fueron destinadas a atormentar y torturar. Cómo Jesús —con un cuerpo quebrantado por el dolor, los ojos cegados por su propia sangre y los pulmones inflándose ansiosamente en busca de aire pudo hablar en favor de malvados sin corazón, es algo que va más allá de mi comprensión. Nunca he visto tal amor. Si alguna vez una persona mereció una buena oportunidad para la revancha . Jesús fue esa persona. Pero Él no la tomó. En vez de eso murió por sus adversarios. ¿Cómo pudo hacerlo? Yo no sé. Pero sí sé que todas mis heridas parecen insignificantes. Mis rencores y duros sentimientos se vuelven repentinamente infantiles.
Algunas veces me sorprendo al ver el amor de Cristo, no tanto por la gente que toleró como por el dolor que soportó.
Tomado del libro: Con Razón le llaman el Salvador escrito por el pastor Max Lucado y editado por editorial Unilit

martes, 4 de mayo de 2010



Saludos amigos y hermanos, a continuacion tienen el enlace para descargar un excelente libro como lo es "Aligere su Equipaje", escrito por el pastor Max Lucado, en el cual se nos presenta un viaje a travez del Salmo 23 y se nos invita a despojarnos de todo peso innecesario y confiar plenamente en aquel que nos dio la salvacion y cuida de nosotros cada dia.

Disfrutenlo:

http://cid-5784921c510ab11e.skydrive.live.com/self.aspx/Cristianos/Lucado^J%20Max%20-%20Aligere%20su%20equipaje.doc

viernes, 30 de abril de 2010

Cocina Casera de Venezuela. Tomo 3

Aca les presento el tomo número 3 de la obra
Comida Casera de Venezuela, haz click en el siguiente enlace o tambien lo puedes copiar y pegar en la barra de direcciones de tu navegador y a descargar:

http://cid-5784921c510ab11e.skydrive.live.com/self.aspx/.Public/26274009-Cocina-Casera-de-Venezuela-Tomo-3.pdf

Mi primer blog

Bueno primero que nada un saludo y un abrazo de oso a todos mis amigos y un beso a mi novia Sonia te amo y este año ya estaremos juntos y haremos realidad nuestros sueños.

Por medio de este blog estare compartiendo con todos uds mis pensamientos, fotos, musica, libros tanto cristianos, como de cocina y computacion, los cuales estoy en proceso de escaneado aunque ya tengo algunos listos y pronto los estare subiendo para compartir con todos uds.

Saludos los amo a todos y pronto habra nuevo material para compartir.

P.D. Te amo Sonia Sanchez